Helado cremoso de vainilla, sin heladera

Aprovechando que el sol parece que nos vuelve a acompañar por Galicia, esperemos que sea por lo menos unas semanitas, que nos hace falta después de estos días grises y también como escusa para poder estrenar mi nueva cuchara de helado, que desde que la vi no pude resistirme a comprarla, me puse hacer un helado de vainilla, pero esta vez un helado cremoso.

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INGREDIENTES:

• 200 ml de leche fría
• 2 Yemas de huevo
• 200 ml de nata para montar
• 45 gr. de azúcar glass
• 3 Cucharadas de azúcar avanillado

PREPARACIÓN:

Empezaremos poniendo en un bol los 200 ml de nata con el azúcar avanillado y la batiremos hasta que nos quede completamente montada, es importante que tenga muy consistencia para evitar que luego al mezclarla se nos baje demasiado rápido. Cuando este bien montada la reservaremos para después.

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El azúcar avanillado que yo utilizo es de la marca Vahiné, pero hay muchas más marcas e incluso podéis hacerlo vosotras mismas.

Ahora en otro bol pondremos el azúcar junto con las dos yemas y mezclaremos hasta que veamos que la mezcla se quedo un poco más pálida, como podéis ver mi mezcla sigue teniendo mucho color, ya que al utilizar huevos de casa es mucho más complicado que nos quede muy muy pálida.

Poco a poco iremos añadiendo la leche fría y batiendo hasta que quede complemente integrada.

Cuando tengamos la mezcla anterior completamente integrada vamos añadiendo la nata montada que habíamos reservado al principio y con movimientos envolvente para evitar que se nos baje demasiado, la vamos mezclando.

Ya solo nos queda poner la mezcla en el recipiente para meterla en el congelador, es importante que el recipiente esté tapado, la dejaremos durante una hora, al pasar este tiempo la sacaremos y removeremos un poco para sacar los cristales de hielo que se pudieron formar durante este tiempo, la volveremos a meter en el congelador y cada hora volvemos a sacarla y removerla, hasta que veamos que empieza a tener una textura cremosa y bastante espesa, que la dejaremos durante 8 horas en el congelador.

Al pasar todo este tiempo, ya tenderemos nuestro helado de vainilla! Ahora solo nos queda hacer unas bolitas y presentarlo como más nos guste, yo he puesto las bolitas en un tulipa de barquillo.

Para darle un toque especial al barquillo, fundí un poco de chocolate y con ayuda de un pincel lo fui pitando todo por dentro, la verdad que este toque me encantó, ya que cuando vas cogiendo cucharaditas de helado se junta con el chocolate y la mezcla queda muy rica, como la de los helados que compramos.